Joyas para mujer

El repertorio de joyas para mujer es realmente amplio: además de collares y gargantillas, existen infinidad de modelos de pulseras, anillos, pendientes, broches, diademas y prendedores para el cabello, etc. En todos ellos un elemento fundamental es, además de los metales preciosos, las piedras engarzadas o engastadas que incorporan.

Por su valor y belleza, destacan en el conjunto de las joyas de mujer los diamantes y las perlas.

Algunas de las principales piezas son las siguientes:

Broche: es un elemento de orfebrería con un alfiler o mecanismo de cierre que sirve para agarrarlo a la prenda en la que se lleva. Inicialmente empleado con el fin de sujetar vestidos, se ha convertido en la mayoría de los casos en un simple adorno.



Camafeo: figura formada por piedras (normalmente ágatas, ónices o ciertas conchas marinas) dispuestas en dos capas, una tallada con un dibujo, que suele ser una cabeza o busto, y otra que sirve de fondo. Se pueden conseguir piezas muy interesantes en los anticuarios, muy interesantes para regalar a las personas que les gusten las joyas antiguas.



Collar: pieza de adorno que rodea el cuello, tuvo en la Antigüedad funciones mágicas y religiosas (era símbolo de autoridad). Hoy en día, además de un importante complemento femenino, es la representación material de muchas distinciones honoríficas. Existen collares de muy diferentes longitudes, desde las gargantillas, más ceñidas al cuello, hasta modelos muy largos que se llevan con varias vueltas.



Diadema: joya de metal o pedrería, en forma de arco o media corona, que ciñe la cabeza o la parte delantera del cabello. Se conoce desde hace milenios, habiendo alcanzado gran éxito y difusión en la civilización romana.



Pendientes: adorno que cuelga del lóbulo de la oreja. Muy utilizado en los pueblos primitivos, posee una enorme variedad de materiales y diseños. Suele distinguirse entre zarcillos, que son aquellos que consisten en un simple aro y carecen de colgantes, y arracadas, nombre que se aplica a los que incorporan un colgante. De éstos el más común y sencillo es el que deja a la vista una bola pequeña, o media, de metal, perla o piedra; este modelo se conoce como dormilona.



Pulsera: aro de metal, más o menos amplio, con o sin complementos y colgantes, que se lleva en torno a la muñeca.



Sortijas: son aros, normalmente de metal, solos o acompañados de perlas o piedras preciosas, que se lucenen los dedos de la mano. La sortija de hombre suele denominarse anillo. Un solitario es una sortija femenina que sólo lleva montada una piedra, por lo común un brillante de al menos medio quilate. Un solitario de diamantes es un regalo muy común para la novia en una petición de mano.


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