Los cumpleaños

Cualquier regalo sirve para un cumpleaños, por lo que todas las normas generales, en particular, la conveniencia de esforzarse en ser original o responder a los gustos de la persona, son de aplicación en este caso.

Celebrar los cumpleaños con una fiesta es una costumbre muy arraigada en el mundo anglosajón que se ha extendido universalmente y constituye una práctica muy común, sobre todo en la infancia. Tanto es así que se ha convertido en el acto social más importante que organizan nuestros hijos y al que asisten desde que cumplen su primer año.

Si nuestros hijos asisten a un colegio donse son pocos compañeros por clase, es preferible que hagan la invitación extensiva a todoz en vez de convocar a una mayoría y dejar al margen a un número reducido. Cuando son muchos en clase, la mejor solución es que el pequeño invite a quienes desee, no demasiados, y lleve una bolsa de caramelos para repartir entre toda la clase.



Todo niño que es invitado a un cumpleaños debe llevar un detalle como regalo. En la actualidad estos obsequios están, como media, entre los 6 y los 18 euros, aunque la elección dependerá del nivel social en que se muevan los pequeños y de la costumbre que exista. En cualquier caso, pensemos que es más importante buscar algo adecuado a las aficiones del niño que un regalo costoso con el que no pueda entretenerse.



Es bonito envolver los regalos con papeles infantiles, añadiéndoles algún lazo, una piruleta o una tarjeta de felicitación. Lo mejor es abrirlos todos juntos después de apagar las velas.
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